Guía Rápida: 5 pasos para usar reutilizables
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En esta nota, voy a enseñarte cómo integrar productos reutilizables en tu vida diaria.
En los últimos 4 años, seguí un proceso sencillo para incluir cerca de 15 alternativas reutilizables en mi día a día.
No sólo he podido reducir mis desechos, sino que también ha hecho mi vida más sostenible y consciente.
Si quieres hacer el cambio de productos desechables a reutilizables de forma rápida y efectiva, este paso a paso te va a encantar.
¡Empecemos!
1. Registra tu consumo de productos desechables:
Lleva un registro diario durante una semana de todos los productos desechables que usas.
Anota cada vez que uses un producto desechable incluyendo:
- el tipo de producto
- el momento de uso
Así podrás para comprender mejor tus hábitos y encontrar ocasiones para introducir alternativas reutilizables
Ejemplo: “Lunes: bolsa de plástico para compras”, “Martes: Servilletas de papel en el almuerzo”
Consigue una libreta, una app de notas o una hoja de cálculo para registrar tus comentarios.
Revisa tus registros y busca patrones recurrentes o momentos puntuales en los que usas productos desechables.
Ejemplo: “Uso bolsas de plástico cada vez que hago la compra”, “Utilizo servilletas de papel en todas las comidas”.
Evalúa cuántas veces al día, semana o mes usas cada tipo de desechable.
Ejemplo: “Uso bolsas de plástico 3 veces por semana”, “Uso servilletas de papel en 3 comidas diarias”.
De esta manera logras comprender claramente cuándo y cómo usas productos desechables.
Con toda esta info que has reunido puedes reconocer con facilidad los 3 productos desechables que más usas. Este resultado es el trampolín necesario para pasar al siguiente nivel. Tu compromiso ahora te prepara para el próximo paso de tu camino.
2. Investiga las mejores alternativas reutilizables
Con el top 3 de los productos desechables que obtuviste en el paso 1, es hora de explorar las alternativas sostenibles disponibles.
Realiza búsquedas en línea, lee reseñas, consulta sitios web especializados o visita tiendas eco locales para conocer las opciones disponibles.
Ejemplo: Busca en Google “alternativas reutilizables para (coloca aquí el producto desechable que quieres reemplazar)”
En la mayoría de los casos vas a encontrar muchas marcas y productos entre los que puedes elegir, por eso voy a darte las pautas para que puedas seleccionar las que mejor se adapten a ti.
Para facilitar tu elección, establece tus criterios de compra a partir de esta pregunta:
¿Qué es más importante para ti?:
- la durabilidad
- el precio
- la sostenibilidad
- la facilidad de uso
- el diseño
Algunos ejemplos que puedes usar para fijar tus criterios de compra podrían ser:
- Priorizo la durabilidad y el impacto ambiental sobre el costo inicial
- Prefiero productos hechos de algodón, bambú o silicona de grado alimenticio
- Selecciono productos con buenas reseñas sobre su durabilidad y resistencia
- Elijo productos que sean fáciles de limpiar y mantener, como los que se pueden lavar en la lavadora.
- Invierto en productos con un precio inicial superior que duren más tiempo y ofrezcan mayor valor a largo plazo
- Compro productos hechos en Colombia para reducir la huella de carbono del transporte
- Selecciono productos con certificaciones como GOTS, FSC, para asegurar prácticas sostenibles
- Escojo productos que no solo sean funcionales, sino también que me gusten y encajen con mi estilo.
- Elijo productos que vengan empacados en frascos reutilizables que puedan servir tanto para almacenar alimentos como para llevar comidas al trabajo.
3. Realiza pruebas de uso
Compra y prueba algunos de los productos que pasaron tus criterios de compra, para ver que tal te va con ellos.
Veamos cómo llevar a cabo estas pruebas de manera efectiva:
Date suficiente tiempo para evaluar la efectividad de los productos que acabas de adquirir. Define un periodo de prueba, como una semana o un mes, durante el cual usarás los productos en tu rutina diaria.
Presta atención a cómo se desempeñan los productos y si cumplen con tus expectativas.
Ejemplo: observa si las bolsas de tela son fuertes para cargar compras pesadas y si los pads desmaquillantes son suaves para la piel.
Lava y cuida los productos según las instrucciones del fabricante y evalúa la facilidad de este proceso. Ejemplo: lava los pomos desmaquillantes después de cada uso y observa si mantienen su calidad.
Compara la eficacia de los productos reutilizables con las alternativas desechables que reemplazan. Puedes comparar si una esponja vegetal limpia los platos igual que una sabra.
Pide a familiares y/o amigos que también prueben los productos y compartan sus opiniones. Es una forma conveniente de obtener perspectivas distintas.
Compara los pros y contras de cada producto para decidir cuáles vas a integrar. Por ejemplo: mantienes las bolsas de tela y los pads desmaquillantes, pero sigues buscando una mejor opción para tus contenedores de comida.
Los productos que pasaron la prueba, son los elegidos para acompañarte diariamente y veremos como lograrlo en el siguiente paso.
4. Integra los productos en tu rutina diaria
Cuando te sientes cómodx y confiadx usando un producto, es mucho más fácil incorporarlo en tu rutina diaria.
Es clave mantener tus reutilizables en lugares estratégicos para que sean fácilmente accesibles cuando los necesites.
- Guarda las bolsas de tela en la entrada de la casa o en el carro para no olvidarlas al ir de compras.
- Deja tus servilletas de lino en un cajon de la cocina para acceder a ellas rápidamente.
- Usa notas en la nevera, en un tablero o en una puerta, para no olvidar tus reutilizables
Mantener un hábito requiere reglas personales que te ayuden a lograrlo. Establece tu conjunto de reglas y regístralas en tu agenda o como aviso en tu teléfono para que las tengas presente.
Te doy un ejemplo de reglas básicas que te pueden servir para establecer las tuyas:
- no salgo de casa sin mi bolsa de tela
- siempre uso mi taza reutilizable en la oficina.
De esta forma creas un sistema de apoyo que facilite la adopción de los nuevos hábitos.
5. Mide y evalúa tu progreso
Como en todo proceso de cambio y de mejora se debe medir. ¿Para qué hacerlo? De esta manera conoces el impacto de tus esfuerzos y mantienes la motivación.
Cada semana, revisa cuántos productos desechables has evitado usar y anota tus logros. Puedes hacerlo en una agenda, o en una hoja de Excel.
Para evaluar el gasto, puedes hacer una revisión cada dos o tres meses. Comparas el gasto en productos desechables con el gasto en productos reutilizables.
Una vez al año, calcula tu ahorro y tu impacto ambiental desde que comenzaste a usar productos reutilizables. Es aquí cuando reducir el consumo de deschables se refleja.
Recuerda que no estás solo en este cambio de hábitos. Habla con amigos, familiares o colegas que también estén en el proceso de adoptar productos reutilizables. Pregunta por sus experiencias y comparte las tuyas.
Los cambios sostenibles no están escritos en piedra. Si es necesario, ajusta tus estrategias y objetivos. Por ejemplo: Si ves que una bolsa de tela no es suficiente, considera añadir más bolsas con diferentes tamaños o capacidad.
Celebra el progreso que has tenido gracias a tu esfuerzo. Date algún gusto con algún producto eco que quieres o una salida a comer. Las recompensas te ayudan a mantenerte motivado.
Inspira a otros a seguir el mismo camino
Comparte tus resultados y experiencias en redes sociales, blogs o grupos comunitarios para inspirar a otros a adoptar prácticas similares.
Tu opinión me interesa mucho
Aquí termina nuestra guía de 5 pasos para integrar reutilizables en tu rutina
¿Qué te parece?
¿Qué estrategia aplicarás primero: usar criterios de compra o crear recordatorios visibles?
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