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Cómo superar viejos hábitos

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Cómo superar viejos hábitos

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¿Te suena familiar esta situación? Abres Instagram, ves a esa influencer que lleva tres años sin producir basura y lo muestra en un frasco, mientras tú luchas por encontrar cinco minutos para desayunar antes de salir corriendo al trabajo. Respira hondo: no estás haciendo nada mal.

La sostenibilidad no tiene que ser perfecta, ni tiene que parecerse a lo que hacen otros. 

 

No tienes que hacerlo todo tú sola o solo

 

Aquí va el primer secreto que nadie te dice: la sostenibilidad es un trabajo en equipo. No necesitas convertirte en superhéroe del medio ambiente de la noche a la mañana.

Involucra a tu familia, compañeros de cuarto, o incluso vecinos. Si tus hijos pueden aprender a separar la basura como si fuera un juego, ¡perfecto! Si tu pareja puede encargarse de llevar las bolsas reutilizables al supermercado, ¡aún mejor! Cada pequeña acción cuenta, sin importar quién la haga.

Tip práctico: Asigna una tarea sostenible a cada miembro de la familia. Los niños pueden ser los "detectores de luces encendidas", los adolescentes pueden manejar el reciclaje, y los adultos pueden rotar responsabilidades semanalmente.

 

No tienes que explicar tu cambio

 

Esa tía que siempre tiene algo que decir sobre tus decisiones va a seguir teniendo opiniones, independientemente de lo que hagas. No le debes explicaciones a nadie sobre tu amor por las cosas eco.

No tienes que justificar por qué llevas tu propia taza de café reutilizable, por qué prefieres caminar en lugar de usar el carro para distancias cortas, o por qué has decidido reducir el consumo de carne. Tus razones son tuyas, punto.

Recuerda: las personas que realmente te importan van a apoyarte (o al menos respetarte), y las opiniones del resto... bueno, esas no viven tu vida.

 

Hazlo a tu manera: Tu plan, tus reglas

 

Pinterest está lleno de rutinas matutinas perfectas y planes de sostenibilidad que parecen sacados de una revista. La realidad es que no tienes que copiar exactamente los pasos de otros para lograr un cambio real.

¿La rutina de esa bloguera incluye levantarse a las 5 AM para hacer yoga y preparar kombucha casera? Genial para ella. ¿Tú prefieres hacer cambios pequeños como usar shampoo sólido o llevar snacks en contenedores reutilizables? Igual de válido.

Tu versión de la sostenibilidad puede incluir:

  • Batch cooking los domingos para evitar comida rápida durante la semana
  • Comprar de segunda mano cuando puedas, nuevo cuando necesites
  • Usar productos de limpieza eco solo para algunas cosas
  • Tener plantas que realmente puedas mantener vivas
  • La consistencia en pequeñas acciones siempre gana a la perfección esporádica.

 

Deja de hacer lo que no te funciona

 

Esta es la parte más liberadora: tienes permiso para abandonar los hábitos sostenibles que te hacen sentir mal o con incomodidad.

Si compraste ese cepillo de bambú y te dejó las encías llorando, está bien volver al que te funcionaba mientras encuentras una opción mejor. Si trataste de hacer compost en tu apartamento y terminaste con un malo olor y moscas en toda la cocina, está bien parar un rato y buscar otra forma de reducir residuos.

La sostenibilidad no debe ser un castigo. Si algo no se adapta a tu estilo de vida, tu presupuesto, o tu salud mental, no es sostenible para ti, y eso está perfectamente bien.

Trátate bonito en el proceso

Seamos honestas y honestos: probablemente eres más duro contigo misma o contigo mismo que con cualquier otra persona en tu vida. Si tu mejor amiga te dijera que se siente culpable por no hacer compost, ¿le dirías que es un fracaso ambiental? Por supuesto que no.

Aplicar autocompasión es también un hábito que debemos cultivar. Los cambios toman tiempo, habrá días en los que olvides las bolsas reutilizables, y está bien. Mañana es un nuevo día para volver a intentarlo.

Celebra las pequeñas victorias: esa semana que lograste reducir el desperdicio de comida, el mes que caminaste más, o simplemente el hecho de que estás leyendo este artículo porque te importa hacer una diferencia.

Tu éxito es posible

Aquí tienes una certeza: sea cual sea el cambio que esperas lograr en tu vida, hay alguien que ya lo ha logrado. Y si ellos pudieron, tú también puedes.

No estoy hablando de compararte con esa persona que tiene un doctorado en ciencias ambientales y a toda su familia perfectamente educada en sostenibilidad. Estoy hablando de personas reales, con vidas ocupadas como la nuestra, que encontraron maneras de hacer pequeños cambios que se volvieron grandes transformaciones.

El joven que empezó llevando una botella de agua reutilizable y terminó inspirando a toda su oficina a hacer lo mismo. La estudiante que comenzó comprando de segunda mano por necesidad económica y descubrió una pasión por la moda circular. La madre trabajadora que inició separando residuos y ahora lidera iniciativas de sostenibilidad en su barrio.

Empezar es más fácil de lo que piensas

No necesitas un plan maestro. Necesitas empezar. Elige una sola cosa que puedas hacer esta semana:

  • Llevar una botella de agua reutilizable
  • Elegir frutas sin bolsa en la plaza o supermercado
  • Apagar la regadera mientras te enjabonas, aunque sea por unos segundos.
  • Guardar frascos de vidrio para reutilizarlos
  • Eso es todo. Una semana, un hábito. Cuando se sienta natural, agrega otro.

 

La sostenibilidad real es imperfecta

La vida sostenible no se trata de perfección; se trata de progreso. Se trata de hacer lo que puedas, cuando puedas, de la manera que funcione para ti.

Tu versión de la sostenibilidad no tiene que parecerse a la de nadie más. Puede ser tan simple como elegir productos locales cuando vas al mercado, tan práctica como reparar en lugar de reemplazar, o tan social como organizar intercambios de ropa con amigas.

Lo importante no es la velocidad del cambio, sino la dirección. Cada pequeña decisión consciente es un paso hacia el mundo que queremos construir para nosotros y las próximas generaciones.

Y recuerda: eres más capaz de lo que imaginas, incluso (y especialmente) en medio del caos hermoso que es la vida real.

¿Qué pequeño cambio vas a probar esta semana? Cuéntanos en los comentarios y recordemos juntos que la sostenibilidad perfecta no existe, pero la sostenibilidad real sí, y está al alcance de todos.

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