Las manos que dan vida a cada producto

Hola, soy Yary, y quiero compartir contigo mi experiencia y las habilidades que aplico en la elaboración de productos textiles reutilizables y sostenibles en mi emprendimiento, La Troja.

Desde que tengo memoria, la costura ha sido una parte fundamental de mi vida. Mi madre y mi abuela fueron mis primeras maestras. Ellas me enseñaron no solo a manejar la máquina de coser, sino también a valorar cada pedazo de tela, cada hilo y cada botón. Aprendí que con creatividad y dedicación, incluso los retazos más pequeños podían transformarse en algo hermoso y útil. Este legado de amor y habilidad artesanal me ha guiado a lo largo de mi vida.

Pasé varios años trabajando en el mundo del marketing en diversas compañías, desde startups hasta grandes corporaciones, aprendiendo sobre mercado, analítica, la importancia de una marca sólida y el poder de las historias bien contadas. Durante un receso laboral me di cuenta de que quería combinar mis dos pasiones: la costura y la sostenibilidad. Así nació La Troja, un emprendimiento dedicado a la creación de productos textiles reutilizables y sostenibles.

En La Troja, cada producto que elaboro refleja mis principios y habilidades. Utilizo telas de fibras naturales y/o retazos resultantes de grandes procesos de confección textil para hacer bolsas de compras reutilizables, envoltorios de tela para alimentos, pomos desmaquillantes y muchos otros artículos que promueven un estilo de vida más consciente y respetuoso con el medio ambiente. Cada pieza es hecha con mis manos con el mismo cuidado y atención al detalle que me enseñaron mi mami y mi abuelita.

Una de las habilidades más importantes que aplico en mi trabajo es la selección de materiales, busco telas de alta calidad para que los productos duren mucho tiempo. Además, me esfuerzo por minimizar el desperdicio, creando patrones de corte que tengan en cuenta el ancho de la tela y aprovechando cada trozo de tela para crear algo nuevo y útil. Esta práctica no solo reduce el impacto ambiental, sino que también añade un valor único a cada producto.

La creatividad es otro pilar de mi trabajo. Me encanta experimentar con diferentes diseños y técnicas de costura para ofrecer productos que sean no solo funcionales, sino también estéticamente agradables. Cada nueva creación es una oportunidad para innovar y mejorar, siempre manteniendo el compromiso con la sostenibilidad.

Con el paso del tiempo he podido adoptar prácticas ecológicas en todo el proceso. Desde el uso de marquillas hechas con materiales reciclados hasta el empaquetado con materiales biodegradables o reciclables, cada detalle cuenta en mi misión de reducir el impacto ambiental.

Más allá de las habilidades técnicas, lo que realmente impulsa mi trabajo es el deseo de crear un cambio positivo. Quiero que mis productos no solo sean útiles, sino que también inspiren a otros a vivir de manera más consciente.

La respuesta de la comunidad ha sido increíblemente gratificante. Ver cómo mis creaciones encuentran un lugar en la vida de las personas y ayudan a reducir el uso de plásticos y otros materiales desechables me llena de orgullo y motivación para seguir adelante. Cada vez que alguien adquiere un producto de La Troja, no solo está comprando un producto ecológico, está adquiriendo una pieza de una historia que conecta el pasado con el futuro, una historia de mujeres fuertes y valientes que creen en un mundo mejor.

Sigo trabajando con la misma pasión con la que comencé. Mi misión es clara: demostrar que, con amor y dedicación, se pueden crear cambios significativos. Y así, cada puntada que doy es un recordatorio de que lo pequeño puede ser poderoso y que cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia.

Con cariño,

Yary